Un vestido super sencillo, muy muy clásico...y con algo que iba buscando: bolsillos.
Me sentí como una auténtica princesa...¡que de eso se trataba! Y encima, super cómodo, a pesar de la gran cola :)
Mis zapatos de Pura López, que fueron amor a primera vista, os los presenté aquí.
Los pendientes de perlas (¡que no dan mala suerte!) regalo de mis suegros.
El velo de tul sedoso...
Y eso que nunca pensé en el velo, pero cuando vi el mío me enamoré de él. Desde luego el complemento perfecto. Luego en la cena me lo cambié por un tocado de El Atelier de Cristina :-)
Y por supuesto, mi preciosísimo ramo de peonias :-)
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