viernes, 29 de julio de 2011

Museo Balenciaga

La semana pasada me tómé unas minivacaciones con mi madre y nos fuimos al norte, a la pequeña y maravillosa localidad de Getaria, con la excusa de visitar el recién inaugurado Museo Balenciaga.
Objetivo conseguido.

Puedo hacer una entrada contando la trayectoria del modisto, sus inicios, su maestría como sastre, sus conocimientos de costura, de tejidos, de diseño, de la mujer, de buen gusto, su profesionalidad, su visión empresarial, su triunfo en París, su exclusiva y selecta clientela, sus vestidos de día, de cóctel, de noche, de novia...pero eso lo encontráis en la amplia bibliografía que hay sobre Cristóbal Balenciaga.

Lo que sí os puedo transmitir son mis impresiones. El museo es un edificio impactante, con una gran cristalera y lleno de luz para albergar unos trajes tan perfectos que impresionan. Y de verdad. Seis salas con vestidos que transcienden lo textil para convertirse en auténticas obras de arte. Arte en mayúsculas a través de telas, hilos, bordados, tules, pieles...
Sorprenden lo actuales que resultan los vestidos, creaciones por las que no han pasado los años, algo impensable en el volátil mundo de las tendencias. Sin embargo, las prendas tienen un contexto temporal y en él nos trasladamos a una época en la que las prendas estaban muy delimitadas según las horas del día y el tipo de actividad.
Hablamos de mujeres con una posición económica y social privilegiada que vestían de alta costura. Viajaban con trajes de chaqueta, que Balenciaga hacía que fueran lo más cómodos posibles (y a buen seguro que lo conseguía), se iba de corto a los cócteles, y por la noche se usaba traje de fiesta largo. Los guantes eran prenda obligada en el atuendo de toda mujer elegante, y los sombreros y tocados complementaban a la perfección los conjuntos. Trajes de chaqueta reversibles, perfectos en su creación y confección, realizados con precisión matemática. Vestidos de cóctel y de noche con los que se puede soñar que se es la más bella del planeta (lo de "sentirse princesa" se queda corto, a pesar de que Grace Kelly vistió diseños del modisto).

Una verdadera maravilla.
MODA convertida en ARTE.













Fotos: miss vestidos 

Para terminar, os haré una confesión: después de visitar el Museo, veo mi armario con otros ojos...y no precisamente buenos...Otra época, otro tipo de vida, otra forma de confeccionar prendas, otra forma de hacer moda.
Bss!!!

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