martes, 20 de septiembre de 2011

Modernismos variopintos



El corcho de inspiraciones de mi taller
Foto: Miss Vestidos


Según yo misma no hay nada más pasado de moda que ser moderno.
¿Ser moderno es una actitud? El moderno, ¿nace o se hace?
Según la frikipedia, esto es ser moderno. Os dejo el link porque me parece cuanto menos, curioso.Y a modo de inciso Los Modernos (The Moderns, Alan Rudolph, 1988) es una peli que está ambientada en 1920.
Pero "lo moderno" en esta entrada no va por la "tribu" urbana, sino por lo absurdo de algunas tendencias y "lo que se lleva" o deja de llevar.

Leer libros de moda te da una visión más amplia sobre el tema, y te ayuda a profundizar en el fenómeno más allá de tendencias, prendas que están en auge en un determinado momento y luego son condenadas al ostracismo.
Nadie que sepa que las tendencias son el paradigma de lo efímero, trata de seguirlas. Suena duro, pero es así. Salvo que tengas toneladas de dinero y/o kilómetros de espacio, acumular prendas "tendencia" de temporada no tiene mayor sentido que el puro coleccionismo.

Hits del revival, iconos modernos, no sé cómo llamarlos...Me estoy acordando, con incredulidad, el reloj Casio. Todos a por ese ídolo ochentero y convirtámoslo en el objeto del deseo. Y si tiene calculadora ya ni te cuento. Al igual que las Rayban Wayfarer.
Y hablando de gafas, ¿que ahora lo más son las gafas de pasta? Todos a por gafas de pasta. Gafapastismo ilustrado lo llamo yo. El súmun del absurdo. Mil dioptrías tendrían que caerles a los que llevan gafas "como accesorio" sin necesitarlas. Tradicionalmente, las gafas de pasta las han llevado la gente estudiosa, y se asocia a intelectuales y empollones. Aviso a navegantes, llevar unas gafas de pasta NO te hace listo.

Descubrir América cada día es imposible, pero eso es lo que parece que se han propuesto culjanters de todo el mundo. Cada vez me sorprendo más con cómo cosas absolutamente cotidianas se convierten en "lo más" de repente, como el (viejo) amigo gin-tonic. Que alguien me explique por qué ahora tomar un gin tonic te da un halo de irresistible modernez y te despoja de toda la vulgaridad de serie que llevas incorporada. Que no. Cuando se ponga de moda la cerveza sin alcohol, me avisen por favor.

Otro fenómeno son los labios rojos. Las barras de labios rojos llevan ahí décadas, y de repente, se descubre que no hay mujer sofisticada sin labios rojos. Debe ser la crisis y la regla económica de que el consumo de barras de labios de color rojo aumenta cuando aprieta el bolsillo.
Claro, que también puede que no se haya visto ni una película anterior a 1990, y no se sepa que el rouge a levres tiene más de 70 años, y que no es la nueva invención de Chanel para la temporada 2011. Nuestras abuelas sí que eran modernas...

En cuanto a la moda...esta temporada se llevan los años 70, los 90 y mi década adorada, los 40. Respecto a este tema, que se merece una entrada completa o incluso una nueva sección en el blog, hablaremos largo y tendido. De los 70 no tengo referencias personales (una es mundo viejuno pero los 70 no le tocan de nada), pero sí musicales. Janis Joplin fue mi ídola de juventud, y los pantalones de campana me en-can-tan. Al hilo de las campanas de los pantalones, no sé por qué hay un movimiento detractor de esta prenda, que a mí me parece la mar de favorecedora. Debe ser porque soy tipo "manzana" y así compenso. Otra cosa son las "patas de elefante", pero incluso a esas las veo su punto.
Y como yo "nací en los ochenta", los 90 son mi adolescencia y primera juventud, así que se me ponen los pelos como escarpias cuando oigo que vuelve "la generación X" (de la que no soy, pero allá por los 90 anhelaba ser), el grunge, Kurt Cobain, las camisas de leñador y las botas militares, y dentro del mismo saco, el minimalismo aséptico y Calvin Klein con sus vaqueros, John John Kennedy y toda aquella época de fin de siglo.

No, si al final va a resultar que soy moderna y todo!

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