Mis amigas han comenzado a casarse, y por lo que parece, de una boda sale otra, y otra, y otra...
Resultado: mucha ilusión y muchos vestidos con los que hacerse para asistir a todos estos eventos. En mi caso, el "momento vestido" lo llevo regular tirando a mal. Con los vestidos tan bonitos que hay, me cuesta mucho encontrar uno con el que me sienta guapa, cómoda, elegante, apropiada, en resumen: un vestido de fiesta con el que me sienta yo.
En una de estas ocasiones desesperadas, improvisé un look con un vestido sencillito y me puse un invento mío que pretendía ser un tocado. Conseguí salir del paso, e incluso lo hice con nota, y eso me dio la idea de hacerme con un fondo de armario de vestidos para bodas, es decir: vestidos muy sencillos pero arreglados y combinarlos con complementos especiales. Y entre los zapatos, bolso, y demás accesorios, el Tocado es el rey :-)
Me he propuesto recuperar una buena costumbre como era el llevar tocado. Mi lema, "Ponte un vestido sencillo, un tocado vistoso, y conseguirás un look espectacular".