lunes, 9 de diciembre de 2013

La "Dulce Espera"


En pleno "baby boom" de final de año, están las revistas y demás todo el día publicando embarazos super estupendos en los que se suceden los viajes exóticos, las actividades frenéticas, los eventos, looks imposibles con tacones de 10 cms, bailes de cifras (ahora están de tres meses, mañana de 16 semanas...). Y cuando ya se tiene a la criatura, las recuperaciones milagrosas y la vuelta a la actividad de forma casi inmediata. Lo siento, no me lo creo. Lo más lejos que me he ido durante el embarazo ha sido a Madrid, en el AVE, y le tuve que pedir permiso al médico. Un embarazo no es una enfermedad, pero al 100% no estás, y eso es inherente al simple hecho de estar embarazada.

Yo estoy feliz, muy feliz de que muy pronto voy a verle la carita a mi hija. El milagro de la vida es una experiencia maravillosa y he de reconocer que he tenido un buen embarazo, con las cosas propias de un embarazo, es decir: cansancio, angustias, contracciones, ascos, mal humor, hormonas haciendo de las suyas y a estas alturas, unos niveles de glucosa que bailan el mambo cada vez que me hago una medición... Y sé que no soy ni la primera ni la última a la que le ha pasado.

Pero a pesar del "buen embarazo", cuando oigo lo de la "dulce espera" o eso de "me encanta estar embarazada", me suena a chino mandarín. Qué mala suerte has tenido, chata. Estar feliz por tu embarazo no es incompatible con sufrir todas las molestias.
"Dulce espera", le llaman...A estas alturas, por culpa de la glucosa, sueño con una bandeja de pasteles cuando nazca mi niña.
Dejadme de bocatas de jamón, yo lo que quiero es un hojaldre de merengue bien grande.
Ahí lo dejo :-)



1 comentario:

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